Nueve razones por las que triunfa "Gran Hermano 9"

lunes, 24 de septiembre de 2007

Parecía que la saturación y el tiempo habían dejado sin grano a la gallina de los huevos de oro. Sin embargo, los primeros envites de la nueva casa mediática de Tele 5 han vuelto esta semana a liderar las audiencias. ¿Qué está pasando?

Tele 5 es la primera cadena del mundo que "se atreve" a emitir una novena edición de "Gran hermano". Y para sorpresa de propios y extraños está siendo un exitazo. La última gala superó el 35% de cuota de pantalla, pero, además, los debates y los programas especiales también están teniendo una buena acogida. ¿Asistimos a una involución de los gustos de los espectadores o es que realmente vale la pena seguir la edición de este año? Veamos algunas de las claves de su éxito.

1 Los guiones. Se acabó lo de creer en la inocencia del concurso, en lo del "experimento sociológico" y en que todo es una cuestión de azar. Ja, ja y ja. Los "guionistas" del programa en lugar de pretenderse invisibles deberían optar este año al Emmy de entretenimiento. La elección de los personajes y las situaciones ha sido magistral: dos gemelas, dos hermanas que no se conocían y muchas "vidas cruzadas" de casualidades.

2 Amor, Amor, Amor. La organización del programa se la jugó al meter en la casa a un transexual sin siquiera hacer explícita tal condición. Como era de prever, el morbo se disparó y la audiencia tocó techo. Por cierto, Amor, con su "secreto" y justificando su forma de actuar, ya está recorriendo todos los platós de la cadena.

3 Mercedes Milá. Parece que la avezada periodista ha nacido para presentar este concurso. Lo vive, lo disfruta, se le nota y lo transmite. El único problema es que rebaja su credibilidad a la hora de realizar, por ejemplo, sus "Diarios de...".

4 La retroalimentación. Es éste un recurso nada novedoso pero que Tele 5 controla como ninguna otra cadena. "El programa de Ana Rosa" o el magacín "Está pasando" hacen creer al espectador que los contenidos de "Gran hermano" son un hecho informativo más.

5 Espíritu de contradicción. Los datos del estreno del programa fueron realmente buenos y las cifras se han mantenido desde entonces. El espectador está cansado de que los pulcros críticos televisivos le adviertan que su nivel intelectual es deplorable si ve este tipo de programas. Si no querías caldo, ahí te van dos tazas.

6 Sin más "telerrealidad". A diferencia de la anterior edición -que hasta la fecha fue la menos vista de todas-, esta vez no hay competencia de "telerrealidad" ni en la propia cadena ni en la competencia. Así, se evita la saturación en los gustos del espectador que puede acoger con ganas un producto de estar características. Recordemos que la anterior edición del "Gran hermano" coincidió con "Operación triunfo".

7 "Rara avis" original. La tendencia actual de las televisiones es prescindir de la telerrealidad. Ningún otro programa de estas características ha cuajado, con lo que queda espacio libre al formato -y al negocio- original. Recordemos que la propia Tele 5 hubo de retirar programas como "La casa de tu vida" o "La cocina del infierno".

8 ¿Decencia? No, no es la palabra... Pero esta edición tiene un toque de prudencia -quizá- o de mejor gusto -no es difícil- que las anteriores. De momento, se está creando morbo sin traspasar los límites éticos de años anteriores, aunque puede que este espejismo se desvanezca en pocos días.

9 Falta de competencia. El primer programa enganchó, y los méritos propios de la actual edición hicieron lo demás. Hay que tener en cuenta que los mayores rivales del "reality", los Alcántara, aún no han empezado a competir. Lo harán esta semana.

Via heraldo

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